¿Te ha pasado que estás teniendo sexo y en vez de disfrutar lo que estás haciendo, estás pensando en si lo estás haciendo bien?

La ansiedad por rendimiento sexual es un factor que está afectando profundamente nuestros encuentros sexuales.

Independiente de nuestro sexo o género, sentimos que existe cierto estándar que debemos cumplir, y nuestra pareja sexual, también. 

Esta ansiedad es uno de los principales enemigos del placer y el disfrute. Ya que al estar en nuestra cabeza, pensando si lo estamos haciendo bien o no, si nuestro cuerpo se está viendo cómo nos gustaría, y/o si lograremos "llegar a la meta en un tiempo apropiado", nos desconecta de lo que realmente estamos haciendo. Conectando íntimamente con otra PERSONA. 

Escribo PERSONA con mayúsculas porque creo que a veces lo olvidamos. Esperamos que ese "otrx" satisfaga nuestros deseos y necesidades casi por arte de magia. Que sepa qué nos gusta, cómo y cuándo. Todo sin decírselo, claro, así es más romántico. Así realmente sabremos si es la "persona adecuada". 

Todo eso es falso. Es uno más de los mitos que rodean nuestra sexualidad, alejándola de lo real e importante. 

La realidad es que cuando nos vinculamos sexualmente con alguien, nos exponemos completamente, dejando a la vista todas nuestras heridas emocionales y nuestras inseguridades, esperando que esa otra persona nos trate con cuidado, cariño y respeto. No que nos estén midiendo con una escala adaptada a sus expectativas y exigencias. 

Por eso debemos dejar de hacer lo mismo con nuestras parejas sexuales. Recordemos que somos personas queriendo conectar con personas. Que estamos aprendiendo, que nadie nace sabiendo. Y que para aprender, necesitamos abrirnos a la comunicación. A ser capaces de expresar lo que queremos, y de recibir lo que nos está expresando la otra persona. 

La comunicación en el sexo nos abre la puerta a una experiencia más conectada, placentera y relajada. Dónde podemos estar en el momento presente y en nuestro cuerpo, disfrutando de la experiencia compartida con un otrx. 

Quitándonos nuestras propias exigencias y expectativas, es cuando nos será más fácil quitárselas a lxs demás. 

Más comunicación, compasión y disfrute. 

Con amor, 

Josefa ☾

 

23 diciembre 2024 — Josefa Arentsen
Etiquetas: Sexualidad